martes, 29 de enero de 2013

Torneo de Discos 2012 / Fase de Grupos V

¡Albricias y chirivitas! Estos son los últimos coletazos de la fase de grupos, y me atrevo a decir que desde las Guerras púnicas el mundo no había presenciado tan duras batallas. Son los últimos, porque son los que más me ha costado decidir.

Mala leche ha tenido el azar poniendo juntos en el Grupo 13 cuatro discos enormemente distintos entre sí en cuanto al estilo, y a la vez similares en tanto que presentan buenísimas canciones todos. Seguiremos hablando de Boomgates y Tamaryn más adelante, ahora como de costumbre me extenderé con los caídos.
Uno de los debuts más interesantes del año, el homónimo disco de Allah-Las recupera el sonido de los sesenta con remarcable gracia. Buenos temas con la dosis justa de psicodelia para mojar, que no empapar. Lo que hay en Vis-a-Vis o Busman’s holiday es pop, principalmente, de factura garagera y fresca.
Janiva Magness come aparte. Una blueswoman de la vieja escuela con una vigorosa voz empapada de soul. Acostumbra a versionar temas ajenos, sólo incluyó una composición propia en su debut de 1997 y en este Stronger for it que nos ocupa, tres de ellas: There is It, I Won’t cry y “Whistlin' in the Dark. Una pena que no se prodigue más como compositora, porque estas tres canciones son de lo mejor del álbum. De entre las versiones cabe destacar por supuesto la que hace de Make it Rain, del gran Tom Waits.

Y si el anterior era un grupo espinoso el Grupo 6 es un zarzal impenetrable. Woods y sobretodo Giant Sand son los que siguen jugando, pero First Aid Kit son tan bonitas... Suecas y pezqueñinas, a las dos hermanas Söderberg las conocimos con una versión del Tiger Mountaint Peasant Song de Fleet Foxes, pero eso fue hace cinco años, en ese tiempo han crecido y mucho. Su disco, The Lion’s Roar, es un pepinazo de “folk de estudio”, canciones exquisitamente producidas en que se scrifica algo de la frescura del “folk de verdad” a cambio de sonar de puta madre. Y no nos engañemos; muchas veces los folkis de verdad son greñudos y harapientos, estas chicas en cambio van bien vestidas y con peinados bien aseados. Cinismo aparte, chapeau por las muchachas, han sacado un auténtico discazo.
Lindsay Fuller encauza con su conmovedora voz diez canciones de corte muy americano, impregnadas de un dramatismo irresistiblemente atractivo. No voy a entretenerme demasiado hablando de ella por una sencilla razón: cuanto más lo haga más difícil se me hará dejarla caer. Me arriesgaré a recomendaros esta reseña de You, Anniversary, muy completa, y pondré a prueba mi voluntad buscando este video de la desgarradora Libby, bien rockero.

John Hiatt es el rey del Grupo 10, sí, ¿pero quién sería su senescal? Al final ejercerá como tal Sun Kil Moon y los otros dos contendientes deberán marchar al exilio.
Qué feo es el guitarrista de The Fresh and Onlys, Wymond Miles, pero bajo la pálida luna su debut en solitario suena genial, sin contar que la portada es realmente preciosa. Muy oscurete y gótico el disco, recomiendo escuchar Pale Moon para quedar prendado de su música.
Volvamos a 1983. Por esas fechas Vini Reilly empieza ya a consolidarse bajo el seudónimo The Durutti Column, del que hablaré algún día más extensamente. Prepara su cuarto disco, pero cuando lo tiene listo su manager le convence para que expanda uno de los temas del susodicho, y junto con algunas ideas de otros EPs  se confeccionó uno de los álbumes más aclamados del indie experimental de la época, a saber, (redoble de tambores) Without Mercy. Así pues, aquél otro disco nunca vio la luz –hasta ahora. En 2012 por fin se ha editado Short Stories for Pauline, uno de esos trabajos perdidos y legendarios acompañados por la mística melómana, pero que además en este caso y más allá de esas consideraciones es bueno. Encontramos en él la mencionada composición que dio pie a Without Mercy, Duet, también notables ejemplos del inconfundible sonido de guitarra de Reilly (College, Journeys by Vespa). No aconsejo este disco traspapelado para conocer a The Durutti Column, pero desde luego aquellos que ya conozcan al grupo no pueden pasar de largo.



Ya lo dijo Viola, en toda lista debe haber una joya, y en este Torneo la encontramos en el Grupo 7. No los musculosos Howlin Rain, que con su eclecticismo han hecho morder el polvo a Soundgarden, que ni estaban ni se les esperaba pero que con King Animal han vuelto a lo grande. Ya lo dicen ellos mismos, “I've been away for too long”.
Cuando hablo de joyita me refiero a Neil Halstead: lo que significa que a Grizzly Bear les veré en el Primavera Sound, pero no más por aquí. Y eso a pesar de que los osos pardos se han sacado de la manga un discazo este año. Continúan siendo tan frikis como antes pero de algún modo han logrado que sus extravagancias caigan más simpáticas que nunca. El tupido batín de ritmos con que se cubren no irrita demasiado, más bien estimula, y con buen ojo han cargado cada canción de quiebros y vaivenes con los cuáles nuestras orejitas pueden entretenerse vez tras vez. Que sirva de ejemplo de esto Speak in Rounds. Pero quedarme con una sola canción es complicado, porque las hay muy buenas, y si no son las mejores las que diré no creo que estén muy lejos: Half Gate, la que más me atrajo en un principio, y A Simple Answer.

Y fin. En uns dies encetarem les eliminatories. Petons a tothom i gràcies per seguir conectats a Y un huevo duro, el blog que a mès de música us ofereix massatges a bon preu.

viernes, 25 de enero de 2013

Nou disc de Sense Sal, en marxa

Haremos una breve pausa en el Torneo de Discos para pasar a publicidad. En un par de días la fase de grupos llegará a su fin y entraremos de lleno en las eliminatorias. Ahora atentos, que el siguiente anuncio es importante. ¡Sense Sal entrarán a grabar en breve su segundo disco!



Winter is coming, advierten los Stark. Y bien, el invierno ha llegado y hace frío, pero Sense Sal nos consuelan prometiéndonos en el título de su próximo disco que El Mur encara és alt. Aún hay esperanza pues. Tanto para los que temen a los Otros como para los que necesitábamos YA nuevas canciones de la joven banda egarense, de la que soy seguidor acérrimo y fan confeso. ¿Por qué esta relación con la saga de G.R.R. Martin, acaso son unos frikis? Bien pudiera ser, pero por ahora el único perturbado que liga ambos conceptos y le saca ecos optimistas al título soy yo. Ellos tal vez se refieran a un Muro que no solo no nos está protegiendo, sino que de hecho nos encierra, y al escoger este título lo que buscan es recordarnos que todavía está ahí y es alto y que no podemos descansar aún. De nuevo mi obsesivo cerebro me ofrece la solución: ¡ capitalismo! ¿Sense Sal se pasan a la canción protesta libertaria? Con violines y trompetas, ¿dónde hay que firmar?
Ale, ale, ya pasó. Me he despertado exaltado esta mañana. Volvamos al tema. Para grabar este mismo marzo el disco y sacar en abril el grupo ha puesto en marcha una campaña de crowdfunding.
A cambio de vuestros eurillos ofrecen distintas recompensas, evidentemente el nuevo disco pero también camisetas, pósters, aparecer en el nuevo videoclip... el premio gordo te lo llevas si donas 300 euros, porque entonces viene toda la banda a tu casa y te hacen un concierto en el salón (o el lavabo si te apetece ducharte al son de su acordeón. No llegan, aún así, a los extremos de Bowerbirds, que en su anterior proyecto ofrecían acampadas, lecciones de guitarra o consejos sentimentales, entre otros, a a cambio del dinero para grabar el disco.
Han sacado un video muy cuco para promocionar el tema, y yo lo dejó aquí.
Y por si algún despistado no sabe quiénes son Sense Sal... iba a decir que os enlazo un viejo post en el que canto sus alabanzas, luego he recordado que la Carretera 61 murió, así que en vez de eso enlazo la crónica del concierto de presentación de su anterior disco, Tardes de Sol i Prèssecs, que tuvo a bien escribir Atticus' Daughter en su día. Algo que yo no hice, para eterna vergüenza mía y de mis descendientes.

martes, 22 de enero de 2013

Torneo de Discos 2012 / Fase de Grupos IV

Ay, hijos míos, qué difícil es sacrificar algunos discos. Pero tienen que caer, o esto no avanza. De modo que vamos allá.

Empezaremos con el Grupo 15, grupo engañoso donde los haya. Quién hubiera pensado que me iba a costar tanto elegir entre estos cuatro, y cada uno de ellos ha estado en algún momento clasificado para enseguida quedar descartado en favor del siguiente, a quien a su vez le ha quitado el puesto otro, aunque tampoco ha durado mucho porque el cuarto llegaba reclamando su lugar... Al final he dicho ¡basta! y he optado por dos, que son el Valtari de Sigur Rós y Black Cat Oil de Delta Moon.
Eso deja fuera a The Tallest Man on Earth, cuyo disco There’s no leaving now iba en cabeza hasta hace unas pocas horas en mis preferencias, en virtud de la inmediatez de 1904, single como podría haberlo sido perfectamente Revelation Blues o Criminals. Sin entrar en comparaciones con su anterior trabajo, dicen que superior a éste, There’s no leaving now son 10 canciones impecables, dominadas absolutamente por la intensa voz del más alto hombre en la tierra.
Mientras, al otro lado del mar... Hace un par de años tres miembros de The Decemberists, Chris Funk, Nate Query y Jenny Conlee, se hicieron un proyecto paralelo a la superbanda madre. En Black Prairie podían dar rienda suelta a su gusto por el bluegrass y el folk, y jugar con sonidos distintos. A Tear In the Eye Is A Wound In the Heart es su segundo álbum, y uno muy bueno por añadidura. Aciertan cediendo el protagonismo a la riqueza instrumental del quinteto, que consigue fácilmente evocar esas praderas a que hace referencia el nombre del grupo. De los 16 cortes que componen el álbum muchos son puramente instrumentales, como For the love of John Hartford o la saltarina Dirty river Stomp, una circunstancia que puede que le reste gancho, tan acostumbrados estamos a que nos guíe una voz por la música. Black Prairie tiene esa voz, que responde al nombre de Annalisa Tornfelt, una magnífica elección para evitar las comparaciones con The Decemberists ya que la naturalidad de esta violinista no tiene nada que ver con el histrionismo vocal a que nos tiene acostumbrados Colin Meloy. Ella canta con melancolía en Little Song Bird, con irresistible dulzura en Nowhere, Massachusetts y con inconfundible sabor country en cada una de sus apariciones. El tubo que os pongo es de una actuación acústica en la que interpretan las mentadas Dirty river Stomp y Nowhere y Massachusetts, además de Richard Manuel.


Otra alta concentración de buenos discos se ha dado en el Grupo 9. Escojo los dos discazos que han sacado Rush y Lambchop (como un huevo a una castaña el uno y el otro, sí) pero veamos de quiénes prescindo.
God bless you amigo, nos bendicen The Felice Brothers en su nuevo álbum, sólo un año después del experimento electrocountry que fue Celebration, Florida. Ahora retoman la ortodoxia de la americana más fina, la que les dio a conocer en el aclamado Tonight at the Arizona. Pero no voy a engañar a nadie, este nuevo trabajo no respira la misma grandeza que aquél, es un disco de transición y se nota en una cierta planicie de las canciones. En realidad, si nos ponemos precisos y acudimos a las propias palabras del grupo, God bless you amigo no es su nuevo disco, son sólo 8 canciones tradicionales y 12 originales grabadas sin demasiadas pretensiones, después de que un huracán les destrozara la caravana.
This made us go insane with laughter and play our favorite song, “Gulf Of Mexico” – which is also a known aid in exorcism – for what seemed like hours. The old fiddle tune had a strange power over the band, but our management convinced us that releasing a four-hour instrumental was a little too reckless, even for us.
Yo les agradezco que nos ahorraran esa versión de 4 horas de Gulf of Mexico, pero sobretodo agradezco que entre la hora de buena música que nos ofrecen haya temas tan suyos, tan buenos, como Lincoln Continental o Dream On.


Mount Eerie sacaron dos discos este año, aunque sólo incluí el Clear Moon porque es el que prefiero (el Ocean Roar mete demasiado ruido para mis delicados oídos de ninfa barbuda). Es una música frágil, que crece lenta y requiere de buenas condiciones para florecer, a saber: silencio alrededor, ánimo contemplativo y, no imprescindible pero sí recomendable, una luna resplandeciente en lo alto. Yo conseguí este escenario el pasado verano en Coruña del Conde, cuna del primer hombre que voló (pero esta es otra historia, que habrá de ser contada en ocasión más propicia), y puedo asegurar que es un discazo. Pasear por los campos dormidos bajo la luz de la luna mientras escuchaba Through the Trees pt. 2, la inquietante The Place Lives o la reposada Yawning Sky fue definitivamente uno de los mejores momentos, quizá el más mágico, de unas vacaciones fluctuantes, por no decir itinerantes.

Casualidades de la música, en el Grupo 2 el Voice of Ages, en el que The Chieftains celebran su 50 aniversario con una multitud de colaboraciones, ha ido a encontrarse precisamente con uno de esos colaboradores, Carolina Chocolate Drops. Los irlandeses son leyenda viviente y en el disco que nos ocupa la participación de gente como Imelda May, Bon Iver o The Decemberists da un toque distinto a sus canciones, pero no deja de ser un autohomenaje. ¡Y además hacen trampa llamando a todos esos amigos a la fiesta, así que descalificados por fulleros! Carolina Chocolate Drops llevarán un pedacito de tradición folk a la siguiente fase, junto a la preciosa Catherine Traicos.
Eso deja en la cuneta a Rufus Wainwright. Nunca le he seguido pero este año escuché su disco y no me disgustó. Qué poco entusiasta suena eso, ¿basta para incluirle en esta competición tan reñida? Por supuesto que no, si sólo fuera por eso no hubiera entrado: pero igual que ocurre con Mount Eerie, aunque en un contexto muy distinto, le debo una por haber acompañado una noche genial allí a principios de primavera, y yo pago mis deudas. No obstante, Rufus, el Torneo seguirá sin ti, tú estás ya Out of the game.

sábado, 19 de enero de 2013

Torneo de Discos 2012 / Fase de Grupos III

He estado fuera unos días y me ha sido imposible darle chicha al blog. Si os parece, continuamos con el Torneo de Discos 2012. Para los que se incorporen ahora o quieran refrescar la memoria: AQUÍ los discos participantes divididos en grupos. Y sin más preámbulos...

Menuda alegría encontrar en el Grupo 1 a tantos viejos amigos. Paul Buchanan y Tift Merritt tienen ganas de jarana y apuntan sus discos a los clasificados para las eliminatorias, sin un mal gesto por parte de los defenestrados, al revés, son tan majos que todo son felicitaciones y buenos deseos para sus compis. O así lo percibo yo tras escuchar sus respectivos trabajos:
The freedom to fail es un disco en el que Guy Forsyth blusea con buen ánimo. Según leo por ahí, está lleno de mensajes positivos para la hija de este veterano rockero sureño, que se mueve con destreza entre el country y los géneros ya citados, el rock de raíces y el blues. Sorprende para bien.
El mítico guitarrista de Genesis, Steve Hackett, se alía con Chris Squire, bajista de Yes, en el que podría haber sido uno de los combos más duros de pelar en esta competición. El resultado de esta alianza de estrafalario nombre, ¿Squackett, en serio? sin embargo no cumple con las altas expectativas. Es un buen disco que no aspira a más, son dos tíos con unas tablas que van de aquí a Pokón que se juntan a jugar un rato. Les ha faltado ambición, sólo eso, porque de calidad van sobrados, estoy convencido de que si se hubieran puesto en serio (y con un cantante de verdad, porque el aspecto vocal no es el fuerte de ninguno de los dos) A life within a day hubiera sido uno de los lanzamientos más aplaudidos en el mundillo progresivo. Eso sí, como ejercicio para pasarlo bien es una triunfada. Mucho más directo que la mayoría de álbumes con la etiqueta “prog”, el que quiera disfrutar de un bajo realmente bien tocado y de una de las mejores guitarras de los setenta (y más allá) que vaya a por Tall Ships, no quedarán defraudados.


Pasamos a una elección más complicada. Estaréis de acuerdo con que muchas críticas de según qué publicaciones y blogs parecen responder al ansia de protagonismo de sus autores, que intentan destacar menospreciando lo que a todos gusta o compitiendo por la reivindicación de la banda más desconocida. ¿Los pondrá a caer de un burro por ir contracorriente y ser más cool que nadie? Pero yo juro y perjuro que no es con este ánimo que esta competición se queda sin la participación de los Tame Impala a las primeras de cambio. Ni siquiera es porque tuviera unos rivales en el Grupo 8 especialmente temibles –sobre el papel. Pasan Neil Young con un disco de versiones y Islands; el hype del psicodélico Lonerism supuestamente debería de haberles arrollado. He tenido que tomar una decisión incómoda. Me explicaré. Hace un par de meses flipaba como el que más con el batiburrillo de ritmos y texturas que ofrece este último trabajo de Tame Impala, tras el excelente Innerspeaker del año pasado, pero las ganas de seguir escuchándolo se han ido reduciendo con el tiempo. Y eso en un disco que supuestamente debe ofrecer nuevas sorpresas a cada escucha es un problema. ¿Me dejé llevar por el entusiasmo inicial? Antes me sonaban frescos y enérgicos, ahora me da la impresión de que intentan venderme la moto. Son buenos, pero también son una versión accesible de Animal Collective y quizá sea esto lo que me rechina (no trago a los animalicos).
No es plan de copar todo la entrada con los Impala, pasamos ahora al The Clearing de Bowerbirds. Para mí el mejor de los tres trabajos que llevan publicados. Folkis, dulces, melodiosos, poperos. Abren con Tuck the darkness in, temazo con crescendo épico incluido que predispone bien para el resto de canciones que se suceden en delicada harmonía, con la voz de Phil Moore como constante y la de su pareja Beth Tacular como perfecto contrapunto. Muy bonico.


Ya habrá tiempo para hablar de Leonard Cohen y Damien Jurado, cuyos discos son los clasificados del Grupo 4. Ahora es el momento de dedicar unas líneas a los caídos. Descubrí a Alhousseini Anivolla buscando más guitarristas tipo Bombino, aquél Hendrix del desierto que tan impresionado me dejó el año pasado. Pues bien, Anewal o The Walking Man es un disco en el que encontramos un sonido lo suficientemente distinto para que la atracción de lo exótico surja efecto, y al mismo tiempo lo bastante cercano para que la escucha sea fácil y entre a la primera.
¿Me gusta o no me gusta el Blues Funeral de Mark Lanegan? Pues no sabría deciros. Su voz sigue encantándome y sin duda las canciones más sobrias en arreglos, Bleeding Muddy Water por ejemplo, puedo disfrutarlas de buen grado. Sospecho que con mis gustos soy un pelín cerril, porque a la que le da por enchufar la caja de ritmos de forma más obvia pierdo el interés. Entiendo que los loops enmascaran la fuerza bluesera de las canciones, pero está tan bien disfrazada que a mí al menos me despista por completo.

Una abraçada!

viernes, 11 de enero de 2013

Torneo de Discos 2012 / Fase de Grupos II

Seguimos avanzando, y buenos discos se quedan atrás. 

El Grupo 5 se ha resuelto según una inspirada recomendación de Atticus’ Daughter: “yo salvo a los Alabama y tú a Marillion, no?” Esos son los escogidos, efectivamente, pues aunque mi alma folkie se inclinaba por The Stray Birds los Alabama Shakes son claramente uno de los “favoritos del público” y no he querido hacer oídos sordos a la “voluntat d’un poble” (amb il·lusió!). Han sido vuestras recomendaciones las que han hecho girar el pulgar hacia arriba y no hacia abajo. Por tanto es el momento de dedicar unas líneas al debut de los Stray Birds, un trío acústico oriundo de las granjas de Pennsylvania. Su destreza instrumental empapa sus canciones de un sonido campestre, distanciándoles de la ola de folkis poperos que desde hace años parecen brrrotar de las piedras como setas. Si sus composiciones de bluegrass son tan accesibles no es porque busquen la complicidad con el público indie afín a estos sonidos, sólo es que se dan muy buena maña trenzando ritmos irresistibles con buenas melodías. Alternan sus voces según la canción, en I dream in blue le toca a Maya de Vitry:


Qué injusticia la que ha tenido Fiona Apple al caer en el Grupo 14. La muchacha se ha sacado de la manga un extraordinario disco con algunas canciones que realmente quitan el hipo. Anything we want o Hot Knife deberían haber sido argumentos suficientes para imponerse holgadamente sobre casi cualquier otro disco. Pero la manzanita ha tenido la mala suerte de ir a caer a un grupo en el que estaban Beach House y Dexys con discos al menos tan buenos como el suyo. Y estos me son más cercanos, así que sintiéndolo mucho Fiona Apple debe abandonar la casa el Torneo.
Tennis, pobreticos, ni estaban en la contienda ni se les esperaba. Pero ellos son felices con canciones como Dreaming, muy bonita.




En el Grupo 12 Bob Dylan es quien es, y no voy ni a hacerle bajar del autobús para que se enfrente a los otros. No tiene nada que demostrar. Puede continuar su camino, milord, lamento las molestias. ¿Quiere que me tienda sobre ese charco con forma de Spiritualized para que no se moje los mocasines? ¡Faltaría más! Un honor, un honor...
A todo esto, M. Ward ha sacado un disco más que decente pero no es con el que más he disfrutado de una discografía que acumula aciertos con envidiable puntería. Music Rules our world y Ciudad sin discos hablaron más y mejor de A Wasteland Companion y curiosamente en ambos blogs ha terminado ocupando el cuarto puesto de sus por lo demás muy distintas listas de lo mejor del año. Aquí no llegará tan lejos. 
De quienes tengo muchas ganas de hablar es de Great Lake Swimmers, que según sacan discos cada vez me parecen mejores. Un día hablaré de sus trabajos anteriores. New Wild Everywhere necesita algo de paciencia, algo que no siempre podemos darle a la música, pero garantizo que sus envolventes canciones crecen a cada escucha. Combinan detalles folk con voluntad pop en composiciones introspectivas, como Parkdale Blues, o más animadas y sugerentes como por ejemplo Easy come easy go, en el video que enlazo interpretada en un acuario. Querría que siguieran adelante en el torneo pero al final me he inclinado por Spiritualized, una decisión más apurada de lo que cabía esperar. Vanessa opina que suenan a banda sonora de película americana, ella siempre tan contundente. Pero de verdad os digo que Great Lake Swimmers tienen un talento especial para adueñarse de tu reproductor desde un rinconcito discreto. Muy recomendados, incrusto este directo de Quiet your mind para que les deis el resquicio de oportunidad que apenas necesitan para seduciros:


¡Próximamente más!

martes, 8 de enero de 2013

Torneo de Discos 2012 / Fase de Grupos I

Cambio de planes. En vez de, tal y como inicialmente imaginé, solventar la fase de grupos del Torneo de Discos 2012 de un plumazo y dar dentro de unos días los 32 finalistas, he decidido que iré desgranando los resultados de cada grupo poquito a poco. Así puedo dedicar más espacio a hablar de los eliminados y explicar un poco mis decisiones.

Veamos. En el Grupo 11 han pasado cosas raras. A medida que iba escuchando los cuatro discos, para mi sorpresa, me vi pensando cada vez más fácilmente en Amanda Palmer como primer descarte, algo impensable a priori en un fan como yo de esta genial show-woman. Pero su último disco se aleja del estilo que me cautivó en sus inicios, el del piano en primer plano de canciones como Trout Heart Replica, indiscutible joya del álbum con un acompañamiento orquestal exquisito, y abraza el pop desvergonzado que en otros discos aparecía, sí, pero siempre en un simpático segundo plano. Quizá su ventaja principal, el cariño que le tengo, se haya vuelto contra ella cuando el disco ha defraudado mis expectativas de fan, y por eso la he juzgado con demasiada severidad: en cualquier caso Theatre is Evil se queda fuera a las primeras de cambio.
El paisaje del Grupo 11, pues, cambia de cabo a rabo. Angel Olsen toma la delantera (otra sorpresa) y de repente Father John Misty no tiene el pase tan asegurado como parecía. Las harmonías vocales de Beachwood Sparks, distintas en la forma pero tan similares en el fondo a la propuesta de Fleet Foxes, tal vez tengan una oportunidad contra el socarrón cantautor. Aún está por decidir.

Indecision, de Luke Chueh

El Grupo 16 es un ejemplo de cómo el azar marca el devenir de cualquier competición. Los discos de Andrew Bird y Dominique A me parecen ambos buenísimos y en circunstancias normales deberían de haber pasado la fase de grupos sin despeinarse. Pero en su grupo están las píldoras psicodélicas de Neil Young, así que ese par se están peleando por la segunda plaza en un espectacular duelo del que todavía no atisbo a vislumbrar un claro vencedor. Tanto el uno como el otro están seguramente en la madurez de sus carreras y sus discos de este año así lo demuestran. He visto en directo a los dos y son la caña, aunque puede que el pajarito violinista lleve ventaja en este aspecto. En fin, que voy a tener que descartar a uno y no sé todavía cuál.
Mientras tanto, el pobrecito disco de Dakota Suite se resigna a ejercer de observador privilegiado de tan sugestivo enfrentamiento, sabedor de que en este grupo su melancólica propuesta no tenía ninguna posibilidad. Aún así quiero romper una lanza por su Almost a Silent Life. Es un trabajo serio, muy a tener en cuenta cualquier noche de este invierno en que nuestro plan sea quedarnos en casa solos, leyendo o escribiendo, y nos sintamos capaces de saborear la tristeza sin sufrir demasiado por ella –importante esto, ¡tampoco es plan de ir derrumbando al personal ahora! Bajo vuestra responsabilidad:
Dentro del Grupo 3 encontramos dos señores viejunos, Ian Anderson y Bill Fay, con trayectorias tan distintas como pueda imaginarse. Mientras escribo estas líneas debo decir que el segundo ya está clasificado y que lo único que impide al primero unírsele en las eliminatorias es la calidad de la propuesta de My Education, un postrock instrumental que guarda excelente equilibrio entre la creación de paisajes sonoros y los picos cañeros. El líder de Jethro Tull partía de inicio con la ventaja que da ser una de las figuras que han marcado la formación de mis gustos musicales, pero su continuación del Thick as a Brick, mitiquísimo álbum, no se zafa del sombrío acecho de A Drink for all my friends. De hecho cada vez es más probable que sea el violín de My Education el que, sin respeto alguno a la jerarquía, salga vencedor frente a las flautas del viejo pirata. Escucharlas de nuevo alternándose con la personal voz de Ian Anderson es un placer bienvenido, pero quedan lastradas por cierta sensación de homenaje, sin ese frescor que los discos clásicos de Jethro Tull mantienen aún décadas después. Empieza a quedar claro...
El descarado ritmo del debut de Nick Waterhouse se despide ya, ¿tan pronto?, oh que se quede un poco más... pero no, las reglas son las reglas, no las he hecho yo (bueno, sí). Le decimos adiós de la mano de uno de esos amenos acústicos Concerts à emporter que ofrece La Blogothèque.  

¡Muchas gracias a todos por vuestros comentarios!

sábado, 5 de enero de 2013

Torneo de discos 2012: Presentación y participantes

Tenía decidido no hacer lista de lo mejor del año. Sin embargo esta vez voy a enmerdarme a base de bien. En vez de soltar aquí una lista de mis discos de 2012, lo cuál sería el camino recto y fácil, jugaré un poco: voy a hacer un torneo de discos. Lo cuál vendría a ser el sendero tortuoso que se adentra en el bosque sombrío junto al acantilado, con buitres durante el día acechando mis pasos y arañas gigantes tejiendo pegajosas redes para devorarme por la noche.

¿Cómo funcionará esto? Muy sencillo. He preparado una selección de 64 discos que me han gustado este año. Como en la Champions, estos escogidos se dividirán (presumiblemente al azar) en 16 grupitos de 4, de cada uno de los cuáles dos discos pasarán a la siguiente fase del torneo. Que es la parte entretenida del asunto, porque de nuevo tal y como ocurre en la Champions, consistirá en eliminatorias directas, enfrentamientos al azar de los 32 finalistas. ¿Por qué este formato? He pensado que de esta manera me obligo a realmente contrastar un disco con otro: muchas veces en una lista la diferencia entre el puesto 17 y el 18 no está clara ni para el que la ha confeccionado, pero si tengo que elegir necesariamente entre este disco o este, no hay lugar a medias tintas. El planteamiento sería similar al de estar en una tienda de discos con pasta para sólo una compra, y dudar entre tal y tal. Sólo puedes llevarte uno, hay que escoger.
Ni que decir tiene que el criterio empleado para decidir los discos es el mío, subjetivo y centrado muchas veces en aspectos emocionales más allá de la calidad objetiva del trabajo –que me confieso incapaz de captar en ningún caso. Es posible que no me tome tan en serio la fase de grupos como haré en las eliminatorias, cuando sí que escucharé los discos enfrentados con mimo, y tomando apuntes si las circunstancias lo requieren. Sesenta y cuatro discos son muchos discos, la idea inicial era trabajar con la mitad de ellos pero no me pareció justo descartar de primeras a la veintena larga que se iba a quedar fuera. Prefiero que todos los participantes salgan con posibilidades parejas, el transcurso de la competición pondrá cada cuál en el sitio que merece. O no.
Os animo a comentar en cada fase del torneo, pues al no estar tomadas las decisiones y ser yo bastante influenciable vuestra opinión puede decantar una determinada eliminatoria del lado de vuestro favorito. ¡Cantadle a vuestro disco del año el You’ll never walk alone! Que se oiga el rugido del estadio.
Sin más preámbulos, los 64 trabajos que jugarán este torneo, ya repartidos os aseguro que al azar en 16 grupos. Recordad que sólo dos de cada grupo pasarán a las rondas eliminatorias, así que en unos días (¿?) diremos adiós a la mitad de ellos. ¿Apuestas, consejos, furibundas críticas?

  1. Paul Buchanan – Mid Air
    Guy Forsyth - Freedom to Fail
    Tift Merritt - Traveling Alone
    Squackett - A Life Within A Day
  2. The Chieftains – Voice of Ages
    Rufus Wainwright – Out of the game
    Catherine Traicos - In Another Life
    Carolina Chocolate Drop - Leaving Eden
  3. Ian Anderson - Thick As a Brick 2
    Nick Waterhouse - Time's All Gone
    My Education - A Drink for All My Friends
    Bill Fay - Life Is People
  4. Leonard Cohen – Old Ideas
    Damien Jurado - Maraqopa
    Alhousseini Anivolla – Anewal / The Walking Man
    Mark Lanegan Band – Blues Funeral
  5. Alabama Shakes – Boys and Girls
    The Stray Birds - The Stray Birds
    Richard Hawley - Standing At The Skys Edge
    Marillion - Sounds That Can't Be Made
  6. First Aid Kit – The Lion’s Roar
    Giant Giant Sand - Tucson
    Lindsay Fuller - You, Anniversary
    Woods – Bend Beyond
  7. Howlin Rain - The Russian Wilds
    Grizzly Bear - Shields
    Neil Halstead - Palindrome Hunches
    Soundgarden – King Animal
  8. Tame Impala - Lonerism
    Islands- A Sleep & A Forgetting
    Bowerbirds - The Clearing
    Neil Young - Americana
  9. Lambchop – Mr. M
    The Felice Brothers - God Bless You Amigo
    Rush -
    Clockwork angels
    Mount Eerie – Clear Moon
  10. John Hiatt – Mystic Pinball
    The Durutti Column - Short Stories for Pauline
    Sun Kil Moon – Among the Leaves
    Wymond Miles - Under the Pale Moon
  11. Beachwood Sparks - The Tarnished Gold
    Angel Olsen - Half Way Home
    Amanda Palmer - Theatre Is Evil
    Father John Misty – Fear Fun
  12. M. Ward - A Wasteland Companion
    Bob Dylan - Tempest
    Spiritualized - Sweet Heart Sweet Light
    Great Lake Swimmers -
    New Wild Everywhere
  13. Tamaryn - Tender New Signs
    Boomgates – Double Natural
    Janiva Magness - Stronger For It
    Allah-Las – Allah-Las
  14. Beach House - Bloom
    Dexys – One Day I'm Going to Soar
    Tennis - Young & Old
    Fiona Apple – The Idler Wheel...
  15. Sigur Rós – Valtari
    Black Prairie - A Tear in the Eye Is a Wound in the Heart
    Delta Moon - Black Cat Oil
    The Tallest Man on Earth - Theres No Leaving Now
  16. Neil Young – Psychedellic Pills
    Dominique A - Vers les lueurs
    Andrew Bird - Break It Yourself
    Dakota Suite - An Almost Silent Life